Desde luego que es posible. Siempre es posible. Otra cosa es que sea probable. Después del partido de ida nadie daría un duro –o un euro que se dirá ahora- porque el Atlético seguiría en Copa. Después de la indolencia de casi todos lo jugadores que salieron –salvo a Cedric, a Domínguez y a Reyes, sí, sí, a Reyes– y de un entrenador que me pareció cagón al no ir a por el partido metiendo otro defensa cuando perdíamos por 2 goles y una vez expulsado Ujfalusi, quién podría esperarse que aquel esperpento que no era mi equipo pudiera remontar algo.