Joder, es que no nos libramos de ninguna. La noticia hoy es la presentación del acuerdo al que ha llegado el club con la bodega Viña Orozco. En esa presentación va el colega Cerezo y suelta que «estamos clasificados junto a equipos muy importantes de la Europe League» y como puntilla dice aquí el gachó que el nuevo vino rojiblanco «es para celebrar porque hay muchas cosas que celebrar y no para pasar el trago«. Y no creais, no, que se ha quedado tan pancho; ni le ha dado la risa ni nada, se ha comportado como un auténtico señor.
¡Cachísss..! Si es que no nos enteramos de nada. Que el equipo se haya clasificado con peor golaverage que el último del grupo y gracias al gol que marcamos en Chipre y ellos -gran club europeo- no fueron capaces de marcar aquí, es importante y para celebrarlo. Lo que hay que oír.
Pero no penséis que ahí se queda la cosa, que a la pregunta de si es verdad que el Pitarch de los cojones se ha ido a Argentina a ver si ficha a alguien -vamos, como el que va al Carreful a comprar la leche, las magdalenas y unas latitas de atún- su respuesta es que sí, que lleva unos días viendo partidos, que volverá la semana que viene y que si es para fichar habrá que preguntárselo a él. ¿Cómo? ¿Qué el presidente del club no sabe si el director deportivo está en Argentina siguiendo a alguien para fichar o simplemente se ha ido a ver unos «partidos«? Está claro que nos toman por tontos. ¿No se suponía que Miguel Angel Gil -alias Caratorcida– se había apartado de estas taréas y se quedaban a cargo de Cerezo? ¿No se suponía que era este es que debía dar el visto bueno a los fichajes? ¿Ahora resulta que el visto bueno lo da el propio Pitarch? Coñó, perfecto. Si antes tenía que esforzarse para que aprobaran a tal o cual jugador para poder pillar su cacho de tarta en comisiones, ahora se lo aprueba él mismo hasta que le salgan las comisiones por la orejas.
Cada vez entiendo menos a este dirigentes. O lo que es peor, si los entiendo, se lo que hacen, pero tengo un sentimiento de impotencia del que no puedo librarme. De todas formas, tampoco entiendo a los que dicen que ADIOS, que dejan se seguir a su equipo. Vale, comprendo que es complicado, pero el club no son sus dirigentes. El club somos todos los seguidores: los que vamos al campo, los que compramos las camisetas, los que compramos hasta los llaveros, pegatinas, el perrito ese del coche que mueve la cabeza vestido del atleti… Todos esos somos el club. Y por mal que vaya, por mal que lo hagan todos, hasta que no desaparezca seguiré con el atleti. Es algo que se lleva dentro. Con el sentimiento nunca podrán estos caraduras.