Parece ser que en el entrenamiento de ayer en el Cerro del Espino, se acercaron algunos aficionados y se dedicaron a decir algunas lindezas a los jugadores, principalmente a Clever Santana que acabó contestando de mala manera.
Es evidente que el jugador debía haberse contenido y no contestar, pero imaginaos que alguien se dedica a deciros lo feos que sois, lo gordos que estáis, lo bajos que sois o lo calvos que estáis. Os molestaría ¿no? Pues eso, a él le molestó. Aguantó al principio, pero como siguieron terminó saltando. Y es normal. Ellos no tienen la culpa. Uno es como es. Si eres feo, gordo, bajo, calvo o malo jugando el fútbol, pues lo eres. Poco puedes hacer. No es tu culpa.
Si hay alguien que te coge para modelo de alta costura o para jugar al fútbol, o sea, para algo que a priori no vales, pues el culpable es el que te contrata. Si eres un manazas no deberás ser cirujano. Si no sabes jugar al fútbol te deberías dedicar a otra cosa. Pero si decides intentarlo porque es tu ilusión y alguien te contrata, vas y tiras para delante. Si además te renueva por otras tres temporadas, pues miel sobre hojuelas. Ójala me cogieran de presidente del Banco de Santander, por ejemplo. Menudo chollo. ¿Qué no valgo? Ya, como Clever, Valera, Juanito, etc, para el atleti. Pero ellos ahí están. ¿Por qué no puedo estar yo de presidente del Santander? Pues porque la gestión del Santander no la llevan ineptos como los que llevan la gestión del atleti.
En todo caso tampoco es que no sirva para esto de darle al balón. El año pasado en el Mallorca hizo una buena temporada. Para el Mallorca, claro. Puede ser un jugador para un equipo que normalmente lucha por quedarse en Primera –aunque en este momento se encuentra clasificado en 4ª posición, última posición que da derecho a Champions– y equipos, que con todos los respetos para ellos, no suelen despuntar excepto como mucho en Copa del Rey. Pero no son jugadores para un Atlético de Madrid, que aunque estemos que damos pena en este momento, debemos estar siempre disputando Liga, Copa y competiciones europeas.
La culpa de que jugadores así estén en este equipo es de la dirección deportiva, que con un inútil o un aprovechado –no se cual de las dos aptitudes atribuirle, o quizá las dos- como Pitarch está tirando por la borda las ilusiones de muchos miles de aficionados. Y la misma culpa hay que atribuirle a la directiva con Cerezo y Gil Marín a la cabeza, que con la nefasta gestión que llevan realizando en los últimos 15 años nos van hundiendo cada vez más en un pozo del que va ha ser difícil salir.