Porque no las hay. Absolutamente ninguna. Un Atlético de Madrid no puede meter un gol en el minuto 2 del partido y después dedicarse a defender ese solitario gol, con todo el partido por delante y, lo que es peor, con la mierda de defensa que tenemos. No se puede entender que los que fueron la mejor pareja de centrales de la liga sean hoy lo que son, ni la sombra de lo que fueron. Lo de Perea ya es que es de psiquiatra y en los últimos partidos está que lo regala. En el partido contra el Madrid le regaló el 3er gol a Higuaín y ayer casi hizo lo mismo y hubiera sido gol si no lo saca en la raya Domínguez, el único en la defensa actual que vale para algo.
Y es que eso es lo que tenía que hacer Quique Sánchez Flores, tirar de cantera y mandar a estos a la grada. Pero no sólo a la defensa. Esos Sinama (lo 7 millones peor gastados), Cléber (encima renovado), Raúl García (aún no le he visto nada especial), Valera (todavía me pregunto que vieron en él), etc. Mientras Camacho o Koke se quedan sin jugar o Borja, Pulido o Keko siguen en el B cosechando éxitos incluso con la Selección Española –Borja, Bota de Oro en la sub-17-. Subiendo a alguno de estos que sabemos que lucharan por el escudo que portan en la camiseta, más Agüero y Forlán lo mismo hasta hacíamos algo serio.
Por todo esto, apelar ahora a que el penalty -que además lo fue- es el culpable de que perdiéramos el partido contra el Depor es buscar excusas baratas que ya no contentan a nadie. Seguimos siendo el equipo más goleado. Gracias a los empates de Xerez y Málaga mantenemos el puesto antepenúltimo. Aunque quizá hubiera sido mejor que ganaran sus partidos, así nos colocábamos últimos con la seguridad que más abajo en esta temporada no podríamos caer.