Después del empate a cero ante el Racing en el Calderón se me quitaron las ganas de comentar nada, pero después del partido de hoy en Copa contra el Espanyol -y solo he podido ver la segunda parte- es que no me puedo aguantar. Es una vergüenza de equipo. Y este entrenador un «cagao». Aguirre ya lo era, pero de Quique me está sorprendiendo. Ahora empieza a entender a la afición valencianista cuando le pitaba en su segunda temporada en el Valencia y consiguió que se le destituyera al poco de iniciada la tercera temporada. Y eso que consiguió los objetivos marcados: llevó las dos temporadas el equipo a Champions, pero sus equipos aburren a las ovejas.
Hoy hemos conseguido pasar la eliminatoria de Copa contra un equipo que aunque está siendo la sorpresa de esta liga, tampoco es que sea nada del otro mundo. Pero es que nosotros somos menos que nada del otro mundo. Simplemente la posesión del balón ya me ha dejado piedra: 35% para el Atleti y 65% para el Espanyol. ¡¡ 65% !! Increible. El Atleti se ha pasado prácticamente toda la segunda parte en su propio campo con algunos contragolpes esporádicos del siempre peligroso Kun Agüero, pero poco más. Para colmo, nuestro valiente entrenador quita a un cada vez más inoperante y que demuestra que no vale para este equipo, Diego Costa, que hacía como que jugaba de delantero y va y mete en el campo a Antonio López. Ya para alucinar en colores.
Aún así, con el Espanyol volcado en ataque, Reyes tuvo es sus botas el segundo gol que finiquitaría definitivamente la eliminatoria. Pero entre pasar al Kun, que era una muy buena opción, y seguir él, que también lo era, puesto que el defensa ya no sabía si irse a por Reyes o cubrir a Agüero, eligió la segunda, solo que el tiro fue malo, malo, y prácticamente se la entregó al portero.
También hay que decir que aunque el Espanyol tuvo la posesión, lo que es peligro a la meta de De Gea, más bien poco. Algún que otro tiro flojo y un centro-chut que pegó en el largero fueron las mejores ocasiones. El gol del los pericos fue un golazo de falta directa a la escuadra donde es casi imposible que llegue un portero, aunque para mi la falta de Raúl García no existió.
El caso es que ya se pueden poner las pilas, porque es el único título al que aspiramos esta temporada y el siguiente rival son nuestros vecinos. También es verdad que se nos dan mejor lo enfrentamientos contra los blanquitos en Copa que en Liga. Así que, como al burro, igual suena la flauta.