Que no sea Trafalgar

La última vez que los españoles y los franceses tuvimos en contra a los ingleses, nos cayó la del pulpo. Fue en una batalla naval por la zona atlántica, cerquita de Cádiz, pegadito al Cabo Trafalgar. En vez de hacer caso a los marinos españoles se decidió que quien mandaba allí –porque Napoleón mandaba en tierra- eran los franceses y la cagamos bien cagada. El amigo Villeneuve no consiguió que el maldito inglés Nelson se bebiera el Atlántico por no dejarse asesorar por el valeroso marino español Federico Gravina.

Hoy tenemos al equipo español, el Atlético de Madrid, a un árbitro francés y a los ingleses del Liverpool. Y hoy esperemos que no sea Trafalgar, que el árbitro DuhamelVilleneuve/Platini– no se alíe con los españoles, que deje a nuestro Gravina que gobierne el barco y acabemos con el maldito Nelson antes de esperar a la vuelta.

Esta noche la batalla. A las 21:05. En el Calderón.

Por cierto, el barco gobernado por Gravina se llamaba Príncipe de Asturias.

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