La pérfida albión no consiguió echar por tierra el trabajo de la Armada Invencible y, la verdad, arrasamos.
Tremendo partido del Atlético de Madrid que arrinconó al Liverpool. Un Liverpool que no consiguió disparar entre los tres palos ni una sola vez. De Gea no tuvo que hacer ni una parada. Perea y Domínguez, sobre todo el primero, estuvieron inconmensurables. Los ingleses únicamente llegaban al área en balones aéreos que eran despejados por la defensa, los atajaba De Gea o iban fuera.
En la banda izquierda Simao sigue sin ser el de la temporada pasado, pero junto a Antonio López hicieron un buen trabajo. Assunçao no dejo que Gerrard se sintiese cómodo en ningún momento y Raúl García cumplió, excepto cuando decide –y lo hace muy a menudo- que juega en un equipo inglés y se dedica a lanzar balones para adelante. Forlán puso su golito, que por cierto, yo creo que si engancha el cabezazo en vez de fallarlo, se lo para Reina. La suerte fue el fallo y la maestría rehacerse para pegar al balón a la portería.
Pero lo de Reyes y Ujfaluis por la derecha y Jurado de enganche por todo el campo fue impresionante. Partidazo de los tres. Reyes acabó fundido después de la cantidad de veces que se fue de los jugadores ingleses. Y en Ujfalusi a encontrado un socio estupendo.
El árbitro finalmente no se alió con ninguno. Pudo pitar muchas más faltas para lo que estamos acostumbrados aquí, pero lo que finalmente hizo fue convencer a los jugadores que están jugando al fútbol, no a las chapas, que se dejen de tonterías, de caritas y de chorradas y de esa forma se aprovechó la mayor parte del tiempo del partido, sin paradas ni pérdidas de tiempo prácticamente. A mi me pareció bien.
Ahora queda la batalla final en Anfield. Y tiene que ser nuestra.