Teníamos esperanza, por que los atléticos somo así, pero estaba claro que era algo imposible. Y con las «figuras» que teníamos disponible menos aún. Con el partido de ayer se acabaron todas nuestra esperanzas esta temporada. Porque qué queréis que os diga, pero luchar por un cuarto puesto que nos de acceso a Champions el año próximo después de conseguir dos títulos europeos la pasada campaña, la verdad es que sabe a poco.
Lo único bueno fue parece que Quique se va decidiendo a cambiar el sistema por uno que parece que nos funciona mejor a la hora de defender. Es verdad que nos metieron un gol, es verdad que los blancos no estuvieron más incisivos porque no les hacía falta, pero también es verdad que aprovecharon cuando el fino de Arbeloa dejó con el tobillo hecho polvo a Reyes y este se encontraba atendido en la banda, por lo que estábamos uno menos. Lo mismo nos lo habían metido igual estando los 11, pero al menos nos vale de escusa.
Por otra parte ya vamos viendo en el primer equipo a jugadores que pueden ser importantes como Alberto Perea, del que me gustó su osadía contra todo un Real Madrid y se le vieron detalles. Personalmente también me gustó el tal Elías, creo que puede servir. Pero al que no se que le ha pasado a sido a Assunçao. Roba muchos balones, pero a continuación se los vuelve a ceder al contrario. Y no es que le de el patadón y se lo devuelva allí cerca de su portería, no, es que se lo da a 20 metros de la nuestra, ahí mismo, en el centro del campo o al borde de nuestra área. Es impresionante la cantidad de balones que regala.
En fin, que se demostró que no tenemos equipo para casi nada y que el poco que teníamos los dueños alegales del club lo han ido desmantelando. No vendrá un indú como el que ha llegado y ha comprado el Racing que nos saque de esta medianía.