Si la semana pasada hablaba de cómo los hados se habían conjugado para acercarnos a esa utopía que parece que es desde hace años de jugar la Champions League, este fin de semana hemos hecho los «deberes» para que no nos creamos lo que no es.
La situación ha sido la siguiente: perdemos el partido contra un rival directo (por más que nos duela hoy por hoy el Levante es un rival no ya a nuestra altura, sino que nos saca unas cuantas cabezas) y el Málaga acaba de golear al Racing. Además, el Valencia saca un punto contra las trampas; para una vez que nos viene bien que ganen… si ya sabemos que no nos podemos fiar de ellos. El Espanyol empata y se nos pega a la chepa, junto con el Getafe. La única alegría es la goleada que se llevó el Osasuna contra el Rayo Vallecano en Vallecas.
En fin, que otra oportunidad perdida.
Del partido puedo contar poco, porque eso del horario de mañana me despista demasiado. Cuando me dí cuenta ya era la 1 del mediodía, así que me enganché al partido en la segunda parte y con la sorpresa de los dos goles ya encajados. Si posteriormente te enteras de que estos goles los hicieron en los 10 primeros minutos y posteriormente en el resumen ves que los dos son dos cabezazos teniendo como centrales a dos columnas como Godín y Miranda, pues piensas ¿a qué coño estamos jugando?
Lo que vi de esta segunda parte fue un quiero y no puedo por parte del Atleti, con alguna oportunidad con la que volvimos a convertir en héroe a un portero rival y nada más. El Levante se dedicó a guardar la ropa y salir a mojarse los pies de vez en cuando, pero sin mucha convicción. No hubo nada más en el partido…bueno sí: Miranda, expulsado por doble amonestación (creo sinceramente que la segunda amarilla teniendo ya una fue excesiva, pero vaya, creo que no viene mal) y Mario Suarez y Salvio por acumulación. No está mal. Teniendo en cuenta lo corta que tenemos la plantilla (creo que todos tenemos claro por culpa de quién ¿no?) contra el Real Madrid, en un partido en el que nos jugamos más que la honra, lo tenemos mal. No digo que Mario o Miranda me parezcan imprescindibles; sin embargo, dentro de que no me termina de gustar, Salvio está demostrando que esté en un momento bueno y como recambio podría haber venido bien. Miranda, por mucho que diga la gente, no termina de gustarme: muy fallón, muy intermitente y le gustan demasiado los voleones.
Bueno, en dos días la resolución al enigma ¿será esta la nuestra o tendremos que esperar otro año más para ganar a los vecinos? El partido es importante. Aunque era más importante no haber perdido con el Levante. Este partido, independientemente de ser contra quien es y lo que en nuestro ego representaría la victoria, esta vez de verdad lo importante son los 3 puntos. Mucho más que cualquier otra consideración a estas alturas de la temporada, con lo que nos queda y teniendo en cuenta que aún no tenemos plaza asegurada en Europa para el próximo año.
